Dejamos las fiestas de Pamplona (pobre de mí…) a medias para irnos de vacaciones y así nos librábamos de la gran cantidad de gente que llega el fin de semana. Con una paradita en Zaragoza para recoger ropa (que no fuera blanca y roja, claro está) y algo de comida en la carnicería de la madre cogimos rumbo a Benasque donde nos íbamos a relajar unos días.
En Benasque rodeado de grandes montañas te olvidas, te relajas, descansas, que más quieres de unas vacaciones… Claro, que no todo iba ser descanso, las fiestas de San Fermín fue el comienzo del entrenamiento, en lo que a andar se refiere, para hacer frente a alguna de las excursiones que luego hicimos en el Valle de Benasque.
Una de las excursiones que más recordaba de cuando era crío es la de subir al Portillón de Benasque, un paso por la montaña en la que antiguamente se hacía el correspondiente contrabando con Francia. Durante la subida te encuentras con vistas increíbles de los glaciares de Maladeta y Aneto, y unas vistas impresionantes que van desde el Hospital de Benasque al Plan de Aigualluts.
Pero después de las dos horas caminando, a un ritmo tranquilo, llegas a lo más alto y divisas el lado francés con 4 magníficos ibones, ¡qué vistas! ¿Dónde mejor para comerse el bocatica de jamón? Sin duda, la subida al Portillón de Benasque es una excursión muy bonita y agradable de realizar.
Si quieres entrar en el Parque Nacional de Posets-Maladeta hay que madrugar, más que nada para poder aparcar cerca de la parada del bus que te lleva a la Besurta, pero si haces un poco el remolón en la cama y no te apatece adentrarte hasta el fondo del valle siempre puedes hacer el siguiente paseo desde Cerler. Nos lo recomendó mi padre y se sale desde la depuradora de Cerler por una pista forestal que va hacia los Pinares de Belarta pasando por la antigua mina.
¡Las vistas son impresionante de nuevo! Benasque, Eriste, la Sierra de Chia, Cerler, el valle de Estós, el Posets… ¡Todo el valle en su esplendor!
Como punto final de las vacaciones pudimos pasar parte de la última tarde en el SPA del Gran Hotel Benasque, chorros de agua, burbujas, vapor… Lo necesario para dejarte como nuevo y recargar al máximo las pilas.
Espero no haber dado mucha envidia sobretodo a aquellos que aún no se han tomado sus días libres.
Más Información | Web del Valle de Benasque
En El Blog de Bertus | Mis vacaciones (I): San Fermín para comenzar
Un paraíso donde desconectar. Un paraíso.
Ni que lo digas Guillermo!!! Aunque aún nos queda comparlo con Miami jijiji
Y lo que nos queda aún por descubrir en el Valle! Cuando te unes a dos expertos montañeros como Andrea y yo?