¡Vaya comida la del miércoles pasado en el restaurante de Zaragoza El Arrozal! Como ya muchos sabéis Guille, mi amigo desde la infancia y diseñador de El Blog de Bertus, hace un año aproximadamente que se montó su propia empresa de gestión de contenidos, diseño y desarrollo web, Idibay Consulting. Uno de sus últimos proyectos realizados y muy interesante, es el de Cooking and Tasting, un videoblog de recetas de cocina, vino y gastronomía del que os hablaré proximamente en el blog, que gestiona Joaco Sanz.
El miércoles quedamos los tres en «Casa Juanico» (impresionante barra de tapas) y nos fuimos los a comer a «El Arrozal» para así desvirtualizar la relación y compartir impresiones del mundo blog y de la gastronomía en Zaragoza. Joaco había avisado a Michel, el chef y dueño del establecimiento, y también de Casa Juanico, que compartió mesa y anécdotas con nosotros, haciendo del almuerzo y la sobremesa de lo más agradable.
El Arrozal es un restaurante especializado en arroces, como ya os imaginaréis, la calidad de los platos es insuperable y de lo mejorcito en este tipo cocina de lo que hasta ahora he podido probar. Una vez entras al local, lo primero es superar el frío de estos días y para ello nos tomamos un caldito caliente con manzanilla del que no falta en el samovar, el complemento perfecto para la barra para hacer entrar en calor a los visitantes, ¡un muy buen recibimiento!
Michel nos recomendó que comiéramos un arroz meloso de boletus y pato y mientras fuimos abriendo apetito con algo de picoteo y bebiendo un cava. Probamos unas patatas fritas con pimiento rojo, pimentón y un poco de cebolla que se «salían». El chef las definió como la evolución de las patatas deluxe de McDonald’s, en tono de broma, claro, aunque la preparación del tubérculo es parecida, primero se cuece y luego se fríe, ¡ya nos gustaría que supiesen tan ricas las de la multinacional de comida rápida!
Pronto llegó el arroz meloso de boletus y pato y, ¡vaya pinta tan rica! ¡Qué aroma tan bueno desprendía en toda la sala! Guille y yo quedamos medio hipnotizados con los sabores y aromas del plato elaborado con arroz bomba de las Cinco Villas. ¡Qué pena no conocer el local desde hacía más tiempo! Más de una vez habríamos pasado por allí y seguro que ya conoceríamos el arroz con parmesano que Michel sirve dentro del propio queso… Buuff… Estoy seguro de que pronto iremos a probarlo.
Y luego llegamos al postre para el que guardamos huequico en el estómago: unas tejas crujientes con crema que sólo con ver la foto apetece tomarse unas. Las acompañamos con el café correspondiente y una larga sobremesa en la que pudimos analizar el estado de la gastronomía aragonesa, los productos de nuestra tierra y compartir otras experiencias vividas.
El otro restaurante que tiene Michel es Casa Juanico y que como ya os dicho tiene una incréible barra de tapas de entre las que destaca el jamón con chorreras, que lleva haciéndose desde hace muchos, muchísimos años… Tanto es así que cuando llegué a casa y comenté la comida con mis padres, me llevé una gran sorpresa, ¡mi padre estuvo viviendo en Casa Juanico! Cuando aquel local disponía de pensión y mi padre estaba estudiando en Zaragoza, claro, hace mucho tiempo. Aún recuerda las gabardinas, la tapa de bacalao desmigao rebozado y los bocadillos de tortilla de longaniza de tamaño barra de pan que le preparaba la Rogelia.
¡Qué pequeño es el mundo y qué bien lo pasamos!
Por si os apetece pasaros a comer un buen arrocito en Zaragoza os dejo la dirección aquí abajo:
El Arrozal | Calle de Santiago 30-32 | Zaragoza | T. 976 391 606
Galería Flickr | El Arrozal
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CAda vez que leo tus post me quiero morir 😉 Increible pinta que tiene todo!!! Saludos!
Si es que ya no estás acostumbrado a comer arrocitos de este estilo, eh?
A ver cuando nos haces un acercamiento general a la cultura gastronómica de Kioto 😉
Un abrazo Sergio!
hola,
yo he estado esta Semana Santa en el Arrozal y tengo que decir que cualquier parecido entre lo que se describe en este artículo y la realidad es pura coincidencia, empezando por la vajilla, siguiendo con la comida y terminando con el servicio.
Desde luego, ni volveré ni lo recomendaré.
Hola Patricia, la verdad es que cuando estuvimos aquel día el trato y la comida fueron estupendos, de ahí la crónica que puedes leer. Ahora es verdad que ultimamente me ha llegado alguna opinión como la tuya de gente que guardaba un buen recuerdo del restaurante. Un saludo