¿Alguna vez te has preguntado como conseguir texturas crujientes en el microondas sin necesidad de usar el grill? ¿Cuántas veces has hecho una pizza en el MW y te ha salido la masa blanda? Pues la solución está en utilizar un packaging que disponga de un susceptor de microondas, algo que ya se lleva utilizando desde un poco antes de los años 80 y que cada vez se ve más en los envases de los productos alimentarios.
¿Y qué es un susceptor de microondas? Un material que absorbe las radiaciones de microondas y las convierte en calor, un compuesto que estará formado de algún material metálico, generalmente de alumnio, dispuesto en una capa muy fina. Normalmente las temperaturas que puede alcanzar varían alrededor de los 200 ºC, lo que les hace perfecto para dar la textura crujiente por fuera, y que las radiaciones microondas muevan las moléculas del resto de alimento para calentarlo uniformemente.
¿Cómo se hacen y funcionan estos susceptores? El alumnio se deposita en una capa muy fina, por metalización a vacío, creando así pequeñas islas separadas por cortísimas distancias microscópicas. La oscilación de las ondas microondas provoca un flujo de corriente entre las particulas de aluminio que producen una resistencia al flujo, causando así esa fuente calorífica, y al estar en íntimo contacto con el alimento, se transmite esa fuente de calor al producto.
Ya sabes, si tienes un horno microondas que no tiene grill, ¡aún tienes esperanzas para obtener texturas crujientes! La verdad es que ya hay muchos alimentos que poseen estos susceptores, sobretodo cuando van indicados para cocinar en el micro.
En estos links os dejo unos cuantos ejemplos: InLinePkg.com y GamaMW
Interesante, un intermediario que convierte un horno microondas en uno normal. Me vale para pequeñas tandas o productos pequeños que no justifican calentar todo un horno casero. 🙂
Eso es! Pero sobretodo es para productos de cocinado fácil, para gente más vaguilla en la cocina. 😀