La siguiente parada del viaje era Granada, ciudad de envidiada situación para mí, al menos, a muy poco tiempo de las pistas de Sierra Nevada y también cerquita, cerquita de la playa.
El objetivo principal de la estancia de dos días en Granada era ver La Alhambra, ¡cómo no! Valdría la pena haber hecho el viaje sólo por ello, creedme.
Teníamos hora a las 10:30 en los Palacios Nazaríes y acudimos a las 9 a recoger las entradas que teníamos reservadas con el bono turístico. Así te evitas toda la cola de compra de entradas, que es larguísima y que encima no te asegura la entrada a no ser que seas muy madrugador (cuando llegamos ya se habían acabado las del turno de mañana (8 a 14 horas) y salían 600 para la tarde (14 a 22 horas)). También cogimos un audioguía y así intentaríamos no perdernos los detalles del monumento.
Lo primero que vimos fue el palacio de Carlos V y el museo que alberga, donde podemos ver uno de los leones de la fuente, el único que ya está restaurado, y otras piezas extraídas del monumento.
En un momento habíamos llegado a las 10:30 y nos dirigimos a la entrada de los Palacios Nazaríes. La friolera de 300 personas con entrada individual más grupos, esta es la cantidad de gente que va entrando cada media hora al recinto más bello y protegido de la Alhambra. ¡Qué decir! Lo que alberga en su interior es maravilloso, da mil vueltas a los Reales Alcazares de Sevilla y alguna más a la Aljafería de Zaragoza.
La visita siguió en la Alcazaba, la punta de la Alhambra. En esta fortificación te encuentras con unas vistas magníficas de Granada, perfecta para hacer unas buenas panorámicas y cansarte escaleras arriba y abajo.
Lo siguiente fue cruzar todo el recinto de La Alhambra hasta el Generalife, la residencia de descanso de los reyes musulmanes de Granada. Unos jardines preciosos, acogedores, frescos… Un lugar de ensueño que fue donde terminó nuestra visita a La Alhambra.
Al atardecer no te puedes perder la puesta de Sol desde el mirador de San Nicolás que se encuentra en el Albayzín, seguro que al ritmo de algún cajón flamenco o si no hay tanta suerte, unas palmas.
Para los que no hayáis estado antes tened en cuenta que hay que reservar la entrada a La Alhambra con antelación y así poder ver los Palacios Nazaríes que es de lo más bello del lugar. En nuestro caso cogimos el bono turístico de Granada que por 35 euros incluye lo siguiente: la entrada a La Alhambra y Palacios Nazaríes, entradas a todo lo importante que hay que ver en Granada, el bus turístico, 10 viajes de bus urbano y algunos descuentos. Está bastante bien y tiene una validez de 5 días, os lo recomiendo.
Por eso el día siguiente en Granada fue para aprovechar el bono. Visitamos la catedral y luego cogimos el bus turístico hasta el Parque de las Ciencias de Granada. No entraba dentro de nuestros planes visitarlo pero nos picaba la curiosidad y aunque sólo fuera por subir a la torre y ver la panorámica, allí entramos. ¡Y qué pena no haber tenido más tiempo para ver todas la exposiciones! La del cuerpo humano, la perspectiva, el mariposario fueron a las que entramos y ya nos gustó mucho más que el museo de la ciencia de Valencia. Sin duda, la próxima visita a Granada pasaremos más rato en este recinto.
Y completando nuestra recorrido del bus turístico cogimos el coche y nos fuimos caminito a la playa, a Benalmádena.
Mucho guiri, mucho sol, mucho calor, mucha arena… Así lo podríamos describir. Cuando llegas a la zona de Torremolinos y Benalmádena parece que has regresado 20 años atrás o incluso más, los hoteles tienen un aspecto viejo, están casi en la orilla, todo lleno de chiringuitos de playa… En concreto nosotros nos alojamos en el H10 Palmasol, un hotel que está destinado a ser ocupado por guiris según parece, el buffet desayuno era una orgía de bacon, breakfast sausages, huevos, y café del malo, malo. Y luego los cuatro bollos que había eran marginados, no lo entiendo.
En Benalmádena cumplimos con los objetivos de tomar el sol, bañarse en la playa y comer pescaito en el chiringuito (esto vendrá pronto en un post).
Nuestro siguiente y último destino fue Toledo. ¡Qué penita! Se acababan las vacaciones… De nuestra corta estancia en Toledo sólo puedo recomendar cosas, que agradable fue nuestra estancia allí. Primera recomendación, Hotel Pintor El Greco, bonita vista desde nuestra habitación en el ático, decoración de madera, muy rústico, trato buenísimo, situado en el centro y con buen café en el buffet desayuno (¡menos mal!). Segunda recomendación, Toledo en sí, ciudad monumental, visita obligada a sus sinagogas, catedral y al monasterio de San Juan de los Reyes. Tercera, última y más importante recomendación, su gastronomía y tapeo, en breve os apuntaré en dos posts, dos locales donde poder disfrutar de buenas tapas y raciones.
Y así terminaron nuestras vacaciones, con una vuelta a España en coche, con muchos kilómetros y altas temperaturas a las espaldas, con un moreno espectacular, y con la sensación de haber visto lugares preciosos que no pensabas que podían estar tan cerca.
En El Blog de Bertus | Mis vacaciones: Sevilla y Cordoba
En El Blog de Bertus | Mis vacaciones: Salamanca y Cáceres
Jo Bertus, la parte de Málaga no fue muy bien, qué pena, :((
Para el próximo viaje te invitamos a que visites otra Málaga, la de la Axarquía, Ronda, etc., yo la prefiero a la de la Costa del Sol. Por cierto, no pasabáis también por el Rincón de la Victoria???
Pues nada, fin de de las vacaciones… ohhh!!!
Saludos!!!
La parte de Málaga no estuvo tan bien como el resto, pero queríamos ir a la playa y Benalmádena era lo más a mano que teníamos. También tuvo sus puntos positivos, quedamos con un amigo de allí que nos llevó a comer pescaito y mmm… ¡Cómo nos gustó esa cena! Y bueno, playa, playa, y playa…
Rincón de la Victoria era la primera opción pero al final la cambiamos por Benálmadena por temas de hoteles y eso…
Para la próxima la otra Málaga, que supongo que la podremos disfrutar más.
Un saludo Andrés
Bueno, siento mucho tu mala experiencia en mi pueblo, Benalmádena. La verdad es que hay de todo, tienes razón, el boom turístico de los 70 ha dejado hoteles un tanto arcaicos, pero bueno, también aquí está uno de los mejores campos de golf y algunos de los mejores hoteles de la costa, como el Torrequebrada. Pero claro…eso hay que pagarlo 🙂
Una pena no hayamos coincidido, os habría podido enseñar lo mejor de por aquí. Os ha faltado acercaros a Málaga capital, con su Museo Picasso, o la catedral, mucho mejor que la de Granada jaja…(bueno, se parecen mucho, las dos son de Gil de Siloé, el mismo arquitecto).
Un abrazo.
No la describiría como mala experiencia pero se nota un cambio radical en el tipo de turismo después de haber pasado por Sevilla y Granada.
Como decía queríamos playa y a un buen precio, y eso tuvimos, tened por cuenta que para la próxima aventura por el sur echaré mano de vuestra ayuda para que me recomendéis o incluso me enseñéis cosas vosotros mismos, 😉
Un abrazo Pepe!
Siento que no lo hayas pasado todo lo bien que se mecería la ocasión. Espero que visites otra vez la ciudad del pescaíto por excelencia, estoy seguro que esta vez irá todo a mejor. Si además estás pensado en visitar Málaga, te ayudamos a encontrar alojamiento, Norbay Málaga se encargará de todo, gestión, limpieza y mantenimiento de la vivienda. Tú solo tienes que preocuparte de disfrutar.
Te esperamos pronto 🙂